Mango, mango, mango, mango...

Hacía muchos meses que no comía algo tan delicioso. Abrí la boca y depacio lo introducí, bueno.. quizá no fue despacio... ok, me avoracé porque realmente extrañaba su sabor. Su consistencia blanda y dulce fue deshaciendose en mi boca y después de trajar el trozo de mango tomé avidamente el tenedor y me dispuse a tomar otro trozo... seguí así durante un tiempo, hasta que el mango que tenía partido se acabó. Eran dos... grandes, maduros... creo que ataulfo.

Tengo muchos recuerdos con el mango porque había huertas en el pueblito y también tengo muchos recuedos del pueblito, pasaba muchas vacaciones ahí cuando era pequeña. Deje de ir hasta los 14 años.

Me gusta el sabor del mango, pero no cualquiera, los mango piña no me gusta... alguna vez comí manguitos verdes y estuvo muy cagado... eran pequeñitos y verdes, los comía con limón y sal... fue una nueva experiencia y como toda experiencia que se me presenta nueva, me excedí y terminé enferma por comer tanto. Pero, tengo un sistema de defensa ante la enfermedad del estómago practica. Seguro ustedes no quieren saber esto... pero si ya empezaron a leer, quizá les interese. Cuando me siento mal vómito o duermo... inmediatamente después mi organismo se encuentra listo para hacer otra comida. Y para mi peso, como demasiado.

Aparte, cuando se trata de mango no comparto. Es mío y mío... mi regalo para mí. Mi reja completa de mangos. Mis otras rejas de mangos... mis hermanos tienen las suyas entonces no hay problema y en el pueblito había árboles y árboles. A mis tíos no les importaba si su pequeña sobrina se comía un chingo de mangos y terminaba sintiendose mal un rato por eso.

Me acabo de comer 2 mangos y quiero más... no sería sano...
¿pero cuando he sido sana?

YoSabina