Verano 2009

Hoy en la mañana por alguna razón me acordé de mi prima Diana Laura (nombre telenovelesco) y quise contarles un poco de ella. Bueno es menor que yo, tiene 15... creo. El verano pasado estuvo conmigo en Cuernavaca y nos divertimos hartisimo...

Primero me dijo que ella era muy grande y que seguro podía estar más tiempo sin dormir que yo. Así que, le aposté $200 a que no lograba estar más tiempo despierta que yo. Toda esa noche estuvimos acostadas en la cama sin dormir. Nos quedamos en un cuarto para poder cerciorarnos que ninguna de las dos haría trampa... ella estuvo platicando las primeras 4 horas del día sin cesar y la neta yo ya rajaba de escucharla pero dije.. calma Sabina, calma... pronto serás rica!!! (jejeje). Al día siguiente fuimos al DF por alguna razón que no recuerdo, eso fue como a las 18 horas y ella ya estaba mal mal... quería dejar la apuesta y simplemente dormir pero no era justo, no la deje. Estuvimos la hora de viaje platicando (ohh si.. podía hablar aún más) y a 15 min de llegar a la terminal se quedó dormida. Le tomé una foto para tener evidencia pictográfica de que ella había perdido la apuesta. Después de tomar la foto. La moví ojetemente para que despertara y entre carcajadas le mostré el par de fotos que había tomado. Ella se enojó y me dijo que si ya había perdido la apuesta mínimo la hubiera dejado terminar su siesta.

La segunda cosa que recuerdo mucho de ese verano es cuando fuimos a Tepoztlán para subir el Tepozteco. Como no me dejan ir sola, (nunca! nunca!! ahhhh!!) fuimos con un amigo mío. Llegamos al pueblo y mi prima no tenía muchas ganas de subir pero la convencimos de ir. A los 20 min de estar subiendo ella se estaba bofeando cabronamente y solo decía "por favor, olvidenme, salvense ustedes, yo los espero aquí sentada..." Era muy divertido porque la verdad no habíamos subido tanto y no está gorda ni nada. De hecho, es un poco más alta que yo. (Por si alguien quiere saber mido 1.74 o algo así) La hicimos subir a la fuerza y ella iba maldiciendo entre dientes. Llevaba unos Kissables y según ella, guardó uno para su gran conquista del cerro. Entonces, llegamos hasta arriba y se veía todo bonito la vista panorámica y había aves volando por ahí cerca y unos hermosos coatíes. Yo comencé a darles de comer unas galletitas que les había llevado específicamente a ellos pero me interrumpió un grito que decía mi nombre. Volteé a verla y tenía un coatí en la pierna subido... se estaba robando su último Kissable. Jejeje... me burlé mucho de ella y obviamente, le quité el hermoso animal para que ella dejara de gritar.

Sé que sucedieron más cosas divertidas pero lo mejor fueron esas dos que les conté... ahora ella se va a ir a vivir a otro pueblo (ya vivía en un pueblito de Oaxaca) y no sé cuando la vuelva a ver...

YoSabina