Jerjes, mi amor

Ayer tuve la experiencia más divertida/sensual/emocionante/romántica de TODA mi vida. Jejeje... de lo que llevo de vida, espero que alguna otra cosa lo mejore porque la neta si esto puede ser superado ya no quiero matarme. ¡Es bien divertido!

El día en general fue bueno, aquí les va:

Llegó Colibrí por mí a las 8:35 para ir a la UNAM a clases... me iba maquillando en el camino y él me dijo, "quiero delinearme los ojos" Le dí mi delineador y lo hizo muy bien solito. Se veía guapísimo. Llegamos a tiempo a la Facultad y caminamos hasta mi salón (siempre me acompaña hasta mi salón y luego ya se va al suyo), nos detuvimos fuera y me dio mis besito de "espero tengas una linda clase princesa"... me dio un beso maravilloso y no me quise despejar de él... le dije que no quería entrar a clases, me propuso irnos a su departamento, después de un diálogo corto decidimos ir a su depa. Llegamos alas 9:32 o algo así, subimos las escaleras, entramos y saludamos a la gatita... ella dijo "prrrrrrrrrrrrrr" y después "meooooooww". Nos dispusimos a ver una película y mi Colibrí hermoso decidió que veríamos Snatch, no terminamos de verla porque Sabina se puso de excitadita y Colibrí quiso complacerla.

A las 11 aproximadamente empezamos y terminamos hasta las 15 horas, un poquitito antes. Yo me vino un chingoputamadral de veces y mi pajarillo lindo 3. Salimos y regresamos a su depa... en la noche, como a las 20 horas empezamos a excitarnos de nuevo, él pusó música árabe y le baile un poco, el estudio estaba a media luz, tiramos un cobertor de los que tienen barbitas y parecía un tapete... lo hicimos lentamente en un sillón pero poco a poco las cosas se pusieron más intensas. Mi amor logró que me viniera dos veces y ¡qué veces! Me tuvo en el limbo del placer mucho tiempo y cuando un poquitito después de que nos vinimos yo no sabía nada, nada... quién era, dónde estaba, qué pasaba... sólo veía a mi hermoso semental tocando un tamborcito árabe que sacó del algún lugar, su cabello negro sujeto, sus ojos delineados, su pene aún erecto, sus músculos y todo de él emanaba un halo de grandeza. Yo no sabía quién era yo pero sí sabía que él era el amor hecho carne. Dios no es amor, o sí lo es, entonces Colibrí es Dios. Pero no sólo es él, también es un niño, un amante, un poeta, un loco con navajas, Jerjes, un pétalo de flor amarilla, una promesa de felicidad perpetua, una mitad que de un ser descrito en El Banquete de Platón.

¿Saben?

Hoy se volvió a delinear los ojos. Guapo, guapo.

YoSabina

(locamente enamorada de un pajarillo verde bobito)