Henry Lee Lucas

He estado leyendo tanto sobre asesinos seriales que ya alucino muertes. La neta hay algunas historias que de verdad te ponen a pensar y otras que te hacen reír (ok... ok... quizá soy demasiado sádica como para reír de la muerte de alguien más).

Me ha sorprendido el caso de un asesino que cometió su primer crimen a los 7 años de edad. Digo... ahí si ya estás dañado y no tienes cura. ¿Pero qué derecho tiene otro ser humano sobre la vida de alguien más? Incluso si es la ley... ¿qué derecho tienen en condenarlos a pena de muerte? Este niño/hombre era argentino y su nombre era Cayetano Santos Gordino.

Otro asesino que no podría culpar yo es Andrei Chikatilo. Él presencio el asesinato de su hermano por manos de un montón de campesinos hambrientos y sobrevivió a la dictadura de Stalin. Mataba, cierto... ¿pero que puedes esperar después de ver como se comen a tu hermano?

Pero basta de hablar de asesinos que puede que alguno de mis lectores apreciados se depriman.... bueno.. uno más y ya... (todo sea para que mi post tenga sentido con el título que le pongo); aquí les va relatada la historia cuál vieja chismosa: es que hubo un tipín que mataba ¿no? Cuando tenía como 25 años conocía a otro hombres y fueron pareja. Entonces ya mataban juntos y compartían su vida. ¡Qué tierno! ¿no? Bueno.. después la sobrina de su pareja fue con ellos a vivir, no sé porqué, pero ella estaba ahí con ellos y también mataba. Eran todos una familia feliz pero lo infeliz tuvo que tocar a su puerta. Un día el tipin se enamoró de la sobrina de su pareja, fueron también pareja y no hubo problema. Ella tenía 15 años. De pronto ella ya no quería matar y le dijo a su novio. Lo discutieron y terminó en la muerte de ella. Él después de matarla, la violó, como con sus otras víctimas. Se deshizo del cuerpo y le dijo a su amante. ¿Sabes? Este fue el mejor polvo de mi chica.

YoSabina