He de comenzar diciendo que me gustan los anónimos.
En mis últimas dos entradas han comentado tres veces anónimos. Y me parece bello que sea imposible saber si es el mismo anónimo acosándome o son tres personas diferentes. Y si son diferentes, ¿acaso son hombres o mujeres? Jajaja... ¿me acosan o sólo he exagerado en la elección del verbo?
El último comentario me ha hecho pensar. ¿Por qué alguien se ha de llamar idiota por regresar a averiguar si yo he escrito algo nuevo?
Me gustan los anónimos porque, ante la imposibilidad de descubrir quiénes son, ellos son quién yo necesito que sean.
¿Qué piensan ustedes de los anónimos?
Besitos
YoSabina
Pues al menos yo he sido el mismo desde hace años, no lo calificaría como acoso: supongo sabes quien soy (...).
ResponderEliminarSino, pues te daré una ayuda, tu me ayudaste en varias ocasiones, aunque posiblemente no lo consideres. Traté de mantener un blog pero siempre fue un fracaso. Soy anónimo porque (al menos intento presumir que) no uso ninguna red social (más que la mensajería instantanea del correo electrónico). La última vez que te ví en físico fue cuando presentaste tu libro en cierto lugar de Cuernavaca (...).
Si leo tus entradas, aunque a veces tarde más tiempo, digamos que la carrera me lo exije.
Para evitar ambigüedad: yo comenté el:
17 de noviembre de 2012 16:23 en la entrada justo antes de esta.
17 de noviembre de 2012 16:21 en la penúltima entrada antes de esta.
Saludos.